Todo comenzó en el colegio, ya había algo dentro de mí que me inquietaba y que quería compartir, aprovechando que aquel día llovía mis amigas y yo entramos en los baños del colegio para seguir jugando y gastando bromas, entonces pensé que este era el momento, el momento de compartir eso que tanto me apasionaba, era redondo y se llamaba balón, mi mejor amigo siempre sin duda. En aquel instante aunque la mayoría pensaban que un balón era cuadrado, nos ilusionamos y decidimos que queríamos formar un equipo y jugar al fútbol. Comenzamos a votar para poder tener un nombre para nuestro equipo, tras mucho debate decidimos ponernos "Las chicas cascarrabias"
En mi pueblo de 500 habitantes esta idea era una autentica locura, en aquellos tiempos eso de que una chica jugara al fútbol no estaba muy bien visto, pero nos pusimos en marcha y empezamos a buscar a un entrenador. Esto no fue muy fácil la verdad, nadie quería entrenar a un grupito de niñas "locas" que además de que eran "niñas" no le daban ni para atrás. Después de un no tras no, mi padre viendo que estábamos ilusionadas y que observaba que su niña solo quería hacer deporte decidió que él sería nuestro entrenador, esto tanto para mi como para mis amigas fue la mejor noticia que nos podían haber dado en nuestra vida hasta entonces.
Nos pusimos en marcha, pero había un inconveniente mi padre no tenía ni idea de fútbol. En realidad después vimos que no fue un inconveniente porque el nunca ha hecho nada por hacer y empezó a comprar libros de fútbol sala y a empaparselos hasta convertirse en un gran entrenador.
Decidimos apuntarnos a la liga de la mancomunidad, pero no teníamos ninguna ayuda por parte de nadie y tuvimos que hacer sorteos de jamones, walkman etc, allá que nos íbamos a vender papeletas y poder recaudar dinero para comprarnos unas equipaciones, aún así no nos llegaba y fue mi padre el que tuvo que pagarlas. Los primeros años nos goleaban y evidentemete eramos siempre las últimas. Pero con mucho esfuerzo y tesón conseguimos tanto yo como algunas de mis amigas ser llamadas por la selección de la mancomunidad algo impensable teniendo en cuenta como habíamos quedado los dos primeros años.
Nuestros mejores resultados fueron un tercer puesto e incluso un año fuimos campeonas de liga .
Cada año mejorabamos más e incluso empezamos a fichar a niñas de los pueblos cercanos. En nuestro pueblo " Mesas del Guadalora" esto fue un boom tal que los 500 habitantes venían a ver nuestros partidos. Nosotras mismas promocionabamos los mismos haciendo carteles para que todo el mundo viniera a vernos. Nuestro ayuntamiento viendo lo que estábamos consiguiendo decidieron construir nuestra propia pista de fútbol sala con gradas incluidas. Después de todo el esfuerzo de tener hasta nuestra propia pista, mis amigas dejaron de jugar al fútbol hasta que finalmente solo quedamos 3 y el equipo de mi infancia " las cascarrabias" desapareció.
De las tres que decidimos jugar dos de ellas lo dejaron un año después, yo continué en varios equipos, hasta llegar al Sevilla F.C al cual pertenezco actualmente, club que me ha devuelto la ilusión y en el que espero conseguir todos esos sueños que comenzaron aquel día lluvioso en los baños del colegio.
" Las chicas cascarrabias con el entrenador"
"Las chicas cascarrabias"
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PD: ¿ De quién es esta historia?